miércoles, 19 de noviembre de 2008

El voto de la mujer en España, 75 años de historia. Y Franco, un día después.

El día 19 de noviembre de 1933 la mujer votaba por primera vez en la historia electoral de España. Y fue gracias al famoso artículo 36 de la constitución republicana promulgada el 9 de diciembre de 1931 que decía textualmente: "Los ciudadanos de uno y otro sexo, mayores de veintitrés años, tendrán los mismos derechos electorales conforme determinen las leyes". No es hoy día de enumerar los grandes logros a nivel de derechos civiles y sociales que fueron posibles gracias a los legisladores republicanos del bienio azañista (1931-1933).
El hecho más importante es que la mujer dejaba de ser invisible para la historia política española tanto en el hecho de elegir como en el de ser elegida. Hoy, que se cumplen 75 años de aquella fecha histórica -en la que por cierto ganaron las derechas-, sería un buen momento para que las mujeres y hombres de España reflexionasen sobre el valor y el gran esfuerzo que han costado determinadas cosas en nuestro país, como el voto femenino, el divorcio, la lucha por la democracia...
José Luis Casas Sánchez publica hoy un editorial en el diario "Córdoba" titulado La primera vez, en donde recoge opiniones de los contemporáneos a los hechos, como Gabriel Morón: "La realidad de los hechos ha venido a demostrar que el peligro de la República no estaba, digan lo que quieran, en las mujeres, sino en aquellos mismos republicanos que, dudando de la voluntad y de la conciencia de la mujer, han dado pruebas fehacientes de su falta de convicciones".
Un poco más adelante podemos leer las opiniones de María Lejárraga, elegida diputada por Granada en aquellas elecciones de 1933, en las que su condición de mujer le permitiría describir una realidad hasta entonces no tratada: "Porque en Granada y su provincia la mujer no existe. No es exageración. Socialmente no existe". "La República, con poco más de dos años de existencia, se arriesga a dar el paso decisivo de considerar iguales en derecho político a varones y hembras, jugándose así el todo por el todo". Pretendía, asimismo ganar el voto de las mujeres para la candidatura, en este caso, socialista: "Estaba decidida, sin hacer promesas, que siempre he tenido por demagogia, a demostrar lo innecesario de los males presentes y evidentes, de la miseria, de la ignorancia". Junto a María Lejárraga hubo otras mujeres diputadas en la segunda legislatura republicana como Margarita Nelken o Matilde de la Torre. Todo un logro histórico para las mujeres en España en un mundo dominado exclusivamente por los hombres.
Desgraciadamente, hoy nuestros alumnos le dan muy poca importancia a este tipo de hechos, fundamentalmente, por haber nacido y vivido en democracia, lo que les hace desvirtuar el sentido de la historia ya que se creen que todos los periodos pasados han sido iguales. Debemos recordales, por ejemplo, que una larga dictadura de más de 40 años, de 1939 a 1975, cimentada ilegalmente en un golpe de estado fallido que provocó una cruenta guerra civil de 1936 a 1939, rompió la legalidad democrática republicana instaurada el 14 de abril de 1931. El dictador, afortunadamente para muchos españoles, murió tal día como mañana, 20 de noviembre, de un lejano y cercano a la vez, año de 1975. Afortunadamente, porque por fin la cara visible de ese largo período de falta de libertades y derechos, de represión, de sumisión de España en los más oscuros períodos de su historia, moría de viejo en su cama (1892-1975). Hasta en esto, los españoles tuvieron mala suerte: los grandes dictadores del siglo XX fueron derrocados por el pueblo y su memoria borrada para siempre de la faz de la historia (pensemos en Hitler, en Mussolini, en Pinochet...). La gran lástima para los españoles fue, sin duda, no haberlo podido derrocar para que sintiera, al menos, que su poder omnipotente sobre España fue ilegal e ilegítimo. Después vino un largo período, hoy en plena revisión, la mal llamada "transición" a la democracia en España. ¿Cómo puede haber transición de una Dictadura a una democracia sin más?. ¿Piensa alguien que todo el mundo estuvo de acuerdo con las tesis de Franco?. ¿No se opusieron partidos políticos y sindicatos en la clandestinidad, obreros, campesinos, estudiantes, exiliados a Franco durante esos largos cuarenta años?. ¿Piensa alguien que muchos de los españoles que "apoyaron" a Franco no fue ni más ni menos que por esa cultura del miedo lograda gracias a una implacable y feroz cultura de la violencia generada por una represión constante de la que siempre hizo gala el dictador, que tenía como objetivo borrar de la faz de la Tierra cualquier vestigio de la legalidad republicana y de quienes la defendieron?. Hoy, con aparentemente tantos años de distancia de los hechos, la historia, que no la memoria, debe poner por fin en su lugar, si es que no lo ha hecho ya, que para que las heridas cierren definitivamente se deben y se tienen que conocer todos los datos, hechos y sucesos de aquellos sombríos días y años oscuros, y para eso hay que reconocer de una vez por todas que el primer y verdaderamente período democrático en la historia de España fue, con luces y con sombras, la Segunda República española y su aceptación como un periodo de nuestra historia es lo que definitivamente debe posibilitar la reconciliación de esos mal llamados dos bandos de la guerra civil. El excelso Paul Preston lo decía claramente en la líneas finales de su último libro, El gran manipulador: "¿No será el legado más duradero de Franco el perpetuar la división de los españoles entre vencedores y vencidos?".

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